La displasia es una enfermedad ósea, congénita, hereditaria, degenerativa y multifactorial, es decir, puede producirse por múltiples factores. Para su aparición debe existir una predisposición genética a lo que se le pueden sumar otros factores como una mala alimentación, un crecimiento rápido, exceso de ejercicio durante el crecimiento, crecimiento en suelos resbaladizos, la obesidad, la vejez y el desgaste que provoca…. Actualmente se están realizando estudios para poder determinar la predisposición genética de los individuos, no obstante, por el momento las pruebas se basan en el desarrollo o no de esta enfermedad y no de su predisposición genética.

La displasia de cadera consiste en la malformación del acetábulo de la cadera y la cabeza femoral, produciendo que el fémur y la pelvis no encajen correctamente y provocando dolor e incluso cojera al animal. Los diferentes grados de displasia de cadera se dividen del siguiente modo: 

·        Grado A. Sin señales de displasia de cadera.

·         Grado B. Cadera de transición o “borderline”.

·         Graco C. Leve displasia de cadera.

·         Grado D. Displasia de cadera moderada.

·         Grado E. Displasia de cadera severa.

Las combinaciones permitidas para la cría son: A+A,   A+B,   A+ C,   B+B.